La presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román, condenó enérgicamente los operativos policiales y el uso de gases lacrimógenos en inmediaciones e incluso al interior de hospitales públicos y privados, como ha ocurrido recientemente en el Hospital Félix Bulnes, el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar y ayer en la Clínica Santa María.
“Carabineros y el Gobierno tienen que dar una explicación sobre esto. Ni en estado de guerra se permite el ataque a recintos hospitalarios civiles, y hay normas internacionales que obligan a los Estados en conflicto a proteger a enfermos y heridos, y también a mujeres embarazadas, y dar garantías que esos lugares no tendrán intervenciones militares”, agregó.
La dirigenta se refiere al Convenio de Ginebra, en cuyo artículo 18 establece expresamente que “en ninguna circunstancia, podrán ser objeto de ataques los hospitales civiles organizados para prestar asistencia a los heridos, a los enfermos, a los inválidos y a las parturientas; deberán ser siempre respetados y protegidos por las Partes en conflicto”, mientras que el artículo 16 señala que “los heridos y los enfermos, así como los inválidos y las mujeres encintas, serán objeto de protección y de respeto particulares”.
“Nada de lo que el Convenio de Ginebra establece en protección de pacientes y embarazadas en caso de una guerra se respeta en Chile. Eso es totalmente inaudito, sobre todo en lo ocurrido en Viña del Mar, donde se vio a muchos y muchas pacientes afectadas por los gases lacrimógenos. Nada justifica el accionar policial en esta situación. Nada”, recalcó Anita Román.
Asimismo, exigió a las fuerzas policiales y al Ministerio del Interior “el cese inmediato de armas disuasivas contra manifestantes. Tenemos una verdadera pandemia de daños oculares en Santiago y Chile, con cerca de 200 pacientes afectados con ceguera total o parcial de uno de sus ojos, a lo que se suma el caso de un joven que estaría perdiendo la vista totalmente. Informes de especialistas dan cuenta que este hemos batido, tristemente, un récord mundial en esta materia”.
“Como dirigentas de la salud, y en coordinación con otros gremios, no podemos estar indiferentes ante el horror de ver a niños y jóvenes cuyas vidas cambiarán para siempre por el uso de perdigones y bailes de goma en sus rostros. Ningún conflicto social justifica el abuso de derechos humanos, y exigimos al Gobierno respuestas claras al respecto”, concluyó la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones.