Llegó por mera casualidad a la Ecografía, pero su destino estaba trazado para que se dedicara a ser una de las matronas pioneras en esta especialidad, y hoy, es docente de un Diplomado sobre la materia, que se dicta en dos prestigiosas Universidades del país.

Ximena González Chamberlain, estudió Obstetricia en la Universidad de Chile, sede Antofagasta y es oriunda de la “tierra de campeones”, su natal y adorado Iquique. Hace mucho tiempo echó raíces, junto a su familia, en Rancagua donde también tiene su consulta en la Clínica Red Salud. Su trabajo lo comparte con otra pasión, el área gremial, ya que integra el Consejo Nacional del Colegio de Matrones y Matronas de Chile, pues es la Presidenta del Consejo Regional de su región, Rancagua y, además, es miembro del Comité Científico del ColMat .

“Siempre me gustó el área de la Salud, pero claramente mi vocación era ser matrona”, confiesa. De ahí hubo un salto enorme como experta en el procedimiento de Ecografía, que le ha dado una gran satisfacción durante estos últimos 23 años.

¿Por qué ser matrona?

– Porque me gustaba el perfil de la carrera. Me gustaba la cercanía con las pacientes, no solo atenderlas profesionalmente, sino también escucharlas y poder hacer educación y, con prevención, uno de los pilares fundamentales de nuestra profesión.

 -¿Cómo llegó a la Ecografía?

-Llegué por casualidad. Arribé a Rancagua, y empecé a trabajar en los consultorios, ahora CESFAM. Había mucho trabajo en esos años. Llegué recién casada y me puse a trabajar a los 15 días, porque se enteraron que yo era matrona y, a poco andar me llamaron porque había mucha necesidad en ese tiempo, estuve en todos los consultorios de Rancagua. Se produjo una solicitud de un reemplazo largo en el Hospital de El Teniente, Hospital FUSAT, y mis colegas enviaron mi currículum, y finalmente me dieron el reemplazo y permanecí allí por casi dos años. De ahí, surgió la idea de ir a trabajar a la única clínica que había en Rancagua en esos años. Trabajé como 5 años allí, y puedo decir que fue un tiempo de mucho aprendizaje, pues en esa clínica se atendían pacientes de todas las especialidades: cirugía, traumatología, urología y varias otras , y éramos las matronas quienes atendíamos a todos esos pacientes, fue una gran experiencia trabajar en Clínica Las Dalias, ya que pude darme cuenta de que las matronas y matrones, estamos muy bien capacitados, y somos muy competentes , pues tenemos una visión del paciente muy integral, y eso es algo muy valioso del perfil de nuestra carrera.

Bueno, después me llamaron para asumir la jefatura de la Clínica ISÀMEDICA, la cual tuvo un boom muy grande, pues venía gente de toda la región. Allí empecé a hacer muchas urgencias y me di cuenta que había muchas consultas, en las cuales se requería un examen más completo, y pensé “cómo puedo dar una mejor atención a estas pacientes, como dar una solución más rápida”? Un día, me di cuenta que en el box de ginecología había un ecógrafo, muy antiguo, ahí se me ocurrió prender el equipo, no tenía idea cómo funcionaba! sin embargo, empecé a apretar botones y finalmente lo use con una paciente, empecé a auscultar los latidos de bebe, y así empecé a interiorizarme de cómo poder ocuparlo . Llegué a la ecografía por intuición, por necesidad, porque mi paciente estaba llorando, pues no sentía a su bebé y al llegar finalmente a escuchar su corazón, fue un enorme alivio para las dos.

Finalmente, fueron los mismos médicos quienes me alentaron a estudiar y a saber más sobre el uso del ecógrafo, pues finalmente somos un equipo de salud quien atiende a la paciente, se empezaron a pasar la voz y me llamaban: “Ximena, te envío una paciente que tiene esto o lo otro, por favor mírala con el ecógrafo”. Me empezó a pasar cada vez más seguido, pues los médicos pasaban muy ocupados en sus consultas o en el pabellón y no podían ir a atender las urgencias. Hasta que el director de la clínica en ese momento, el Dr. Fuad Hamed, le pidió al Dr. Edgardo Corral, que hasta el día de hoy es mi maestro, que me formara y ahí aprendí. Estuve un año y medio junto a él cuatro o más horas diarias, me prestaba libros, y empecé a hacer todos los cursos y asistí a muchos Congresos del área, porque en aquel entonces no existía el Diplomado de Ecografía.

-¿No existía ningún tipo de formación académica en ese entonces?

-Nulo. Estamos hablando de hace 23 años, porque yo comencé con esta tarea el año dos mil. El diplomado recién salió el año 2010 en la Universidad Mayor. Apenas salió el primer Diplomado, lo hice, y de ahí en adelante, tal como me lo dijo mi maestro, uno no termina nunca de aprender, y debe actualizarse año a año.

-En simple, ¿qué es una ecografía gineco-obstétrica?

-Es un procedimiento diagnostico que a través del ultrasonido proyecta imágenes internas del cuerpo y permiten conocer el estado de salud de la madre y el feto en nuestra área. Es un examen completísimo. No hay que olvidar que las matronas trabajamos con dos pacientes a la vez. A la paciente le puedo preguntar sobre sus síntomas, pero al feto no. Importante mencionar, que si hay una especialidad en el área de toda la Medicina, que ha avanzado muchísimo en los últimos 50 años es la “Medicina Fetal”, de hecho, ahora tiene nombre porque antes no lo tenía, ya que no se consideraba al feto como paciente. No sabíamos nada del feto y hoy es un paciente más. Hay fetos enfermos y madres sanas, y al revés también, los equipos de ecografía que se hacían hace 10, 15 o 20 años, no tienen nada que ver con la tecnología que hoy existe: 3D, 4D y Doopler.

-¿Recomendaría o no que, a los menos, hubiese un semestre en el pre grado de las escuelas de Obstetricia?

-Absolutamente! Uno, porque es muy importante que se considere al feto como paciente, ese es un paradigma muy importante. Segundo, porque cuando uno sale de la universidad, muchas de las colegas egresadas van a ir a trabajar a la APS, y van a tener que solicitar una ecografía, y cuando les llegue de vuelta, y no saben interpretarla es un problema.

Nosotros hemos tocado este tema en el Comité Científico del Colegio, porque hay colegas académicas, en algunas universidades tienen un electivo y, en otras, tienen un ramo de ecografía, y creo que así debiera ser, que estén en la malla curricular. Lo digo, porque con la cantidad de ecografistas que existen en Chile todavía hay una brecha enorme, aún hay pacientes que no tienen ninguna ecografía hasta casi las 20 semanas, y eso es un gran peligro. Se aconseja, por las normas del MINSAL, que mínimo debieran ser 3 ecografías en la gestación, siendo que en algunas regiones del país estamos con un déficit de un 50 por ciento.

A poco andar en esta área, con un grupo de colegas ecografistas, nos dimos cuenta que, si nos congregamos en sociedades científicas tenemos una herramienta enorme para la matronería, pues podríamos publicar artículos tremendamente importantes, para aportar tanto a nuestro país como en el exterior. Es por esto, que formamos la “SOCHMU – Sociedad Chilena de Matrones y Ultrasonido”, creada el año 2013, en donde nos unimos ecografistas de Arica a Magallanes, hacemos un Congreso anual, con más de 200 participantes, que se congregan para escuchar y aprender de importantes expositores tanto chilenos como extranjeros, es una iniciativa muy importante, de la cual estoy muy orgullosa.

Solo quisiera terminar, diciendo que la profesión de Matrona la llevo en el corazón, que tengo un gran orgullo por mis colegas, ya que he sido afortunada de conocer a colegas chilenos y de otras partes del mundo, y puedo dar fe, que el profesionalismo, la experticia, la vocación, está presente siempre, pero por sobre todo el respeto, empatía y profundo cariño, que tenemos por nuestras pacientes. Siempre digo que yo no elegí esta profesión, sino que “la Matronería me eligió a MI” .