En entrevista para la revista magallánica “Salud & Buena Vida”, la matrona y directora electa de la organización, María Isabel Velich Uribe, aborda el ámbito sanitario y los desafíos futuros de la entidad, donde se incluye el aporte del gremio en la Convención Constitucional, en la búsqueda de la consagración de derechos humanos en la materia.

¿Cuales son los avances en salud sexual y reproductiva (S.S.R.) que usted considere relevantes desde su experiencia profesional?

-“Desde los años 70 a la fecha, desde mi experiencia profesional, puedo indicar que se observan avances progresivos desde el ámbito sanitario, en lo que a evidencia científica, tecnología e investigación y ciencias de la salud se refiere, para mejorar la calidad de vida en salud sexual y reproductiva desde antes de nacer; sin embargo, existen múltiples demandas insatisfechas en derechos en salud sexual y salud reproductiva de mujeres, disidencias sexuales, adultez mayor, hombres, adolescentes y jóvenes, infancia, por no estar garantizados en nuestro país.

“Entre la década del 50 y 60 se registraron importantes avances, como disponer de atención de nacimiento intrahospitalario por matronería en todos los hospitales del territorio nacional, situación que hoy no ocurre y el inicio de la planificación familiar y prevención del cáncer cervicouterino pero, en dictadura, se intenta eliminar los programas de planificación familiar y se reforma el sistema sanitario en 1979 para crear una política pronatalista suprimiéndose entrega de anticonceptivos, penalizándose el aborto en toda circunstancia en 1989; la United States Agency for International Development (USAID), inicia donación de insumos anticonceptivos desde ese período, y en 1995 se retira donación por las mejoras económicas del país quedando de responsabilidad del Estado cubrir esas demandas, desde el seguro público de salud.

“En la década de los 80 por la alta mortalidad neonatal, se crean las Unidades de Neonatología con inicio de la ventilación mecánica y terapia intensiva para Recién Nacidos prematuros y con patologías, trabajando por 22 años en esa área, destaco el Proyecto de Regionalización Neonatal en todas las regiones del país, su objetivo era coordinar y otorgar asistencia de rescate y traslado profesional al centro asistencial de mayor complejidad neonatal de cada región a los recién nacidos/as críticos de las otras comunas incluyendo el traslado en riesgo vital a asistencia de alta complejidad a 2 centros en Santiago, con apoyo logístico necesario: aire, mar o tierra.

“En 1997 se crea el Programa de la Mujer y Recién Nacidos en el MINSAL incorporando la Salud Sexual y Reproductiva como una de las 16 prioridades de salud para el país, cuyos indicadores son de alto impacto en morbimortalidad, siendo reconocidos a nivel internacional y en OCDE”.

¿Qué ha acontecido en los últimos quince años?

– “En los últimos 15 años se ha producido dificultades para que exista una política y programa coherente y continuo basado en derechos; las mujeres y feministas, entre otras diversidades de personas, han trabajado para visibilizar las demandas. Son múltiples los factores coadyuvantes que avanzan y retroceden; desde la escasa voluntad política en materia de sexualidad para reconocer que es un ámbito de derecho y asunto público, como por la oposición de muchos sectores: iglesias y seguidores, políticos y partidos conservadores, organizaciones provida, defensores de género binario y la propia cultura patriarcal del país. Debo destacar que los cambios se han logrado con la lucha social de las personas por sus derechos sexuales y derechos reproductivos a través de organizaciones no gubernamentales, trabajadoras sexuales, disidencias sexuales, personas viviendo con VIH, ONG, feministas, academia, líderes de opinión y agencias internacionales u otros, incluyendo COLMAT.

“Esto ha permitido movilizar los acuerdos políticos y sanitarios en la gestión legislativa nacional para lograr entre otras: Ley del SIDA (2001), Ley CHCC (2009), Ley Regulación de Fecundidad (2010) Ley IVE (2017), Ley Identidad de Género (2018), Ley Dominga (2021) o actual Ley Adriana en desarrollo (2022) y con ello, cambiar la gestión programática sectorial en S.S.R., que se encuentra desde hace 23 años sin rediseño; se requiere incluir las nuevas acciones, normas y orientaciones técnicas en S.S.R. reglamentadas por ley, con participación social y tranversalización de género”.

¿Cuáles son los retrocesos visibles en materia de salud sexual y reproductiva?

–“Los derechos sexuales y derechos reproductivos permiten el ejercicio pleno de la sexualidad humana desde el placer a la reproducción, junto a tener relaciones personales de sana convivencia con desarrollo de afectividad, los Estados deben reconocer que la libertad de las personas en su vida sexual y reproductiva debe estar garantizada, lo cual en Chile no se dispone constitucionalmente. Los retrocesos se producen por no disponer de asistencia de matronería y acceso a especialidad gineco-obstétrica en territorios aislados y comunas rurales o urbanas de baja densidad poblacional, incluyendo el no poder nacer en el lugar de residencia que debería ser un derecho; las refrendaciones presupuestarias programáticas insuficientes que no incluyen el acceso universal de necesidades y demandas de las personas en su diversidad y género, y la dificultad estructural de las organizaciones de salud para incorporar en la gestión sectorial la tranversalización de género en salud sexual y reproductiva con participación social de los titulares de derecho -basado en la libertad, dignidad e igualdad- en todo el proceso del proyecto o programa en estas materias.

“Ello implica disponer de derechos a: libertad sexual, autonomía sexual e integridad sexual, privacidad sexual, igualdad sexual, placer sexual, educación sexual general, decisiones reproductivas libres y responsables, expresión sexual emocional libre, derechos al conocimiento científico sin presión religiosa o política, y atención clínica en salud sexual para todas las personas en su diversidad de identidades sexuales o de género”.

¿ Y el Colegio de Matronas, en qué está hoy?

-“El Colegio de Matronas y Matrones de Chile, A.G. fundado por Ley Nº 14.895 el 31 de agosto de 1962 de colegiatura obligatoria y, que en dictadura queda constituida como una corporación de derecho privado de asociación libre; ha sido permanentemente defensora de los derechos sexuales y reproductivos de las personas, y preferentemente su deber ser es defender la profesión desde sus bases, bajo su juramento y actuar ético y, se mantiene en alerta a la fecha desde el año 2010, defendiendo a la matronería como profesional competente en estas materias, de acuerdo al Código Sanitario; ampliando sus capacidades para dar respuesta a la modernidad y nuevas evidencias con disponibilidad en uso de nuevas tecnologías/asistencia como ecografía, inserción de implantes o manejo del duelo perinatal.

“Dispone COLMAT de Comité Científico, Académico y de Ética y creará el Comité de Lactancia y un trabajo directo con la transdiversidad. Con el cambio de Directorio, se aúnan esfuerzos de integración territorial y descentralización gremial siendo representado el directorio por miembros de regiones, la Presidenta Nacional Jéssica Rojas Gahona es de Atacama. Se destaca, entre las múltiples acciones propias de la profesión, un plan estratégico como integrantes de la Confederacion Internacional de Matronas (I.C.M.), y especialmente este año, concluir con la participación activa con la comisión de derechos fundamentales del proceso constituyente, respecto a lograr que los derechos sexuales y reproductivos sean consagrados constitucionalmente.

“Debemos promover el gran cambio de paradigma como cultura social, en lo que a violencia y discriminación arbitraria por causa de género existe en salud sexual y reproductiva, y estamos dispuestas a contribuir y avanzar en las nuevas políticas públicas con las nuevas autoridades”.

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