El cáncer de mama es la quinta causa principal de mortalidad por cáncer en todo el mundo, con 685.000 muertes. (GLOBOCAN 2020)

Entre las mujeres, el cáncer de mama representa 1 de cada 4 casos de cáncer y 1 de cada 6 muertes por cáncer, ocupando el primer lugar en incidencia en la gran mayoría de países (159 de 185 países y en mortalidad en 110 países. Afecta a mujeres de cualquier edad a partir de la pubertad en todos los países del mundo, siendo las mayores de 40 años el grupo de más riesgo.

Se ha estimado que las mujeres tienen un riesgo de desarrollar cáncer de mama durante la vida entre un 12 a 14%, esto significa que 1 de cada 8 mujeres desarrollara cáncer. (GLOBOCAN 2020)

Las tasas de incidencia y mortalidad por cáncer de mama van incrementándose constantemente durante los últimos 25 años en América Latina. En Chile, la tasa de incidencia ha aumentado alrededor del 60% durante las últimas 2 décadas, de 28,9 por 100.000 mujeres en 2000 a 40.9 por 100.000 mujeres el 2020, siendo la mortalidad 11.1% en éste mismo año.

Las elevadas tasas de incidencia en los países con un alto Índice de Desarrollo Humano (IDH), reflejan una prevalencia mayor de factores de riesgo reproductivos y hormonales (edad temprana en la menarquia, edad más avanzada en la menopausia, edad avanzada en el primer nacimiento, menor número de niños, menos lactancia materna, terapia hormonal menopáusica, anticonceptivos orales) y factores de riesgo del estilo de vida (consumo de alcohol, exceso de peso corporal, inactividad física), así como una mayor detección a través de exámenes mamográficos. Una prevalencia excepcionalmente alta de mutaciones en genes de alta penetrancia, como BRCA1 y BRCA2 entre mujeres de ascendencia judía asquenazí (rango, 1% ‐2,5%), explica en parte la alta incidencia en Israel y en ciertas subpoblaciones europeas.

Hay que tener presente que el cáncer en general y también en específico, el de mama, se ha relacionado con consecuencias emocionales, cognitivas y conductuales las cuales se presentan tanto en el paciente y la familia, a nivel emocional presentan dolor, impotencia y temor; consecuencias cognitivas como la frustración y ansiedad; y consecuencias conductuales como agresión, limitación de contacto social, abandono de actividades laborales y vulnerabilidad en todos los aspectos de la vida.

La OMS promueve el control del cáncer de mama en el marco de los programas nacionales de lucha contra el cáncer, integrándolo en la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. El establecimiento de programas de prevención primaria del cáncer de mama sigue siendo un desafío. No obstante, los esfuerzos para reducir el exceso de peso corporal y el consumo de alcohol y fomentar la actividad física y la lactancia materna pueden tener un impacto en la reducción de la incidencia del cáncer de mama en todo el mundo.

En Mayo del presente año un grupo de expertos independientes en prevención y medicina basada en evidencia (Task Force US), recomiendan la mamografía de detección anual desde los 40 años hasta los 75 años.

En Chile, el cáncer de mama se incluye entre las enfermedades GES desde el año 2005, lo que ha permitido que un mayor número de mujeres reciba un diagnóstico radiológico y patológico adecuado, así como un acceso adecuado a cirugía, radiación y terapias sistémicas.

Si el diagnóstico del cáncer es precoz, se realiza el tratamiento quirúrgico conservando la mama, extirpando el nódulo con un margen de tejido sano, no sólo con excelentes resultados terapéuticos, sino también con una óptima calidad de vida. Por eso, el éxito dependerá básicamente de una buena prevención y del diagnóstico temprano. Dos herramientas posibles de utilizar, especialmente en los profesionales de salud de Atención Primaria. Cabe destacar que actualmente no se requiere orden para la mamografía de control, sin embargo, siempre debe ser revisada por un profesional matrón/matrona o médico ginecoobstetra.

¿Qué es el cáncer de mama?

El cáncer de mama es el crecimiento descontrolado de las células que forman la glándula mamaria y tienen la capacidad de invadir tejidos sanos circundantes (infiltración) y migrar a otros órganos del cuerpo (Metástasis).

El cáncer de mama puede aparecer tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, más del 99 por ciento de los diagnósticos ocurre en mujeres.

Síntomas:

– Aparición de un bulto o nódulo duro, que se puede detectar al tocarse la mama o al mirarse frente al espejo y que persista después del ciclo menstrual.

– Cambio de aspecto, retracción, hundimiento o secreción del pezón.

– Cambio de forma, simetría o aumento de tamaño en el contorno de las mamas.

– Engrosamiento o endurecimiento del tejido en alguna parte de las mamas.

– Engrosamiento, presencia de inflamación de la piel o apariencia de cáscara de naranja

Examen de Mamografía: Esta totalmente comprobado que la mamografía es la mejor herramienta para un diagnóstico precoz, ya que permite detectar lesiones no palpables (nódulos, microcalcificaciones)

Se tiene que realizar en forma rutinaria y anual a partir de los 40 años y hasta los 75 años. En el caso de que exista algún factor de riesgo personal o familiar se puede comenzar a partir de los 35 años o cuando el médico se lo indique.

Recuerda que dentro del examen de medicina preventiva (EMP) está incluida la mamografía entre los 50 a 69 años.

Autoras:

Teresa Bravo C, Magíster en Educación en Ciencias de la Salud, Universidad de Chile, Diplomada en Patología Mamaria, CONAC.

Cristhel Fagerström Sade, Magíster en envejecimiento y Calidad de vida, Universidad de Chile, Académico Docente, Carrera de Obstetricia.Facultad de Medicina, Clínica Alemana, Universidad del Desarrollo, Presidenta Comité Científico, Colegio de Matronas y Matrones de Chile

 

REFERENCIAS

 

Instituto Nacional de Estadística: Chile, 2020.

GLOBOCAN 2020

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo: Informe sobre Desarrollo Humano 2019: Desigualdades en el desarrollo humano en el siglo XXI.