La Trata de Personas consiste en el comercio ilegal de personas con fines de explotación sexual, trabajos forzados u otros abusos que se comenten en virtud de una superioridad de quien la ejerce, por sobre la víctima, y actualmente es considerada una forma de esclavitud moderna. Para erradicar este delito es que el 30 de julio de cada año la comunidad internacional conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas.
La campaña “Corazón Azul” es una iniciativa de la Organización de Naciones Unidas contra la trata de Personas. A través de ella se busca incentivar la participación de los gobiernos e instituciones para sensibilizar a la población respecto dela trata de personas. La ONU estima que 21 millones de personas están atrapadas en las redes de la trata de personas. Todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas, por ende, Chile no escapa de esta problemática.
Los “tratantes” engañan a las mujeres, hombres y niños de todos los rincones del mundo y los obligan a vivir situaciones de explotación. “La forma más conocida de la trata de personas es aquella con fines de explotación sexual, no obstante muchas de las víctimas son objeto de trata de personas con fines de trabajo forzado, la servidumbre doméstica no remunerada, la mendicidad obligada o la extracción ilegal de órganos”, señala un informe de Naciones Unidas.
Trata de personas en Chile
En abril del año 2011 se aprobó en Chile la Ley 25.507 que tipifica los delitos de tráfico ilícito de migrantes y trata de personas, y establece normas para su prevención y más efectiva persecución criminal, endureciendo las penas para quienes incurran en este delito. En el marco de esta legislación, el Instituto Nacional de Derechos Humanos informó que ha presentado once querellas criminales, de las cuales en seis casos han sido condenados los responsables.
Además, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) manifestó su preocupación por el hecho de que Chile se ha convertido gradualmente en un país de origen, tránsito y destino de trata de personas con fines de explotación sexual y trabajo forzado. Así, el INDH ha sostenido, por ejemplo, en su Informe Anual Situación de los Derechos Humanos en Chile 2012, que “es necesario que el Estado trabaje en la prevención, investigación y sanción para erradicar este delito, en el que las víctimas son personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad”.
Comité de Género Colmat
Por su parte, la Presidenta del Comité de Género, Diversidad e interculturalidad Dixia Videla Ayala, sostiene que “repudiamos la Trata de personas en todas sus formas, ya que es un acto que vulnera los derechos humanos de libertad y la mayoría de las veces los derechos sexuales y reproductivos. También que existe una estrecha relación entre la trata de personas, la violencia y discriminación basada en el género que enfrentan mujeres, adolescentes y niñas expuestas a ser captadas por estructuras criminales dominadas por hombres, con jerarquías machistas, y a sufrir múltiples formas de violencia, dentro de las cuales se encuentran: daño físico grave, derivado de agresiones físicas persistentes, malos tratos, condiciones de vida degradantes y privación de necesidades básicas; afectaciones a la salud sexual y reproductiva, como violaciones y abusos sexuales, abortos y embarazos no deseados, pérdida de la capacidad reproductiva, y contagio de enfermedades de transmisión sexual; y dependencia de medicamentos y drogas, y 4) consecuencias psicológicas acentuadas”.
Refiere que, de acuerdo a estadísticas nacionales del año 2021, un 75% de víctimas fueron mujeres, cuyo rango etario en su mayoría está entre los 18 y 45 años de edad, y el 38% fueron mujeres y entre 14 y 17 años de edad.
“La gran diferencia de la Trata con otros delitos es la cosificación de la persona. La víctima es transformada en un medio para beneficiar a terceros, generalmente, económicamente sometiéndola a condiciones que degradan su dignidad”, informa la matrona.
Agrega que como matronas y matrones, se sabe que es un hecho que también ocurre en nuestro país y sobre todo en la población migrante. “Nuestro rol profesional se debe enfocar en la educación, prevención, ser precursores de denuncias en caso de hallazgos, para así erradicar este delito y ser parte de la red que ayude en la reparación a las víctimas, tanto en lo físico, psicológico, como sexual”.
Cuenta que también existe una Mesa Intersectorial de Trata de Personas (MITP), que actúa en el ámbito de la persecución, y que el consejo es que las personas pueden dar cuenta de una situación que podría constituir un delito de trata de personas de forma anónima, mediante el teléfono de Denuncia Seguro: 600 400 0101.
Finalmente añade que ea prioritario “dar a conocer a la población que en el caso de sospecha de esta vulneración de derechos hay instituciones a las cuales debemos realizar la denuncia, tales como: carabineros (133), Policía de Investigaciones (134), Programa de Apoyo a Víctimas (600 818 1000)”.