La Vicepresidenta de la Confederación Mundial de Matronas está a pocas semanas de entregar su cargo. Han sido 3 años de arduo y fructífero trabajo para la organización, que reúne a más de un millón de matronas y matrones en todo el mundo. Sandra Oyarzo Torres, no solo representa la Presidencia del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, sino también una cultura ancestral como la chilota, cuyo origen es depositario de tradiciones de fin del mundo. Con ese propósito, de culturas diversas, repartidas por todo el orbe, Sandra tiene toda la voluntad, energía y trabajo para representar a la Matronería en todos los lugares posibles del planeta, como Presidenta de la ICM.
-¿Cómo evalúa sus 3 años como Vicepresidenta de la ICM?
-Para nosotras, como Directorio Mundial, ha sido todo un desafío, porque nos tuvimos que constituir y trabajar durante toda la pandemia, y lo hicimos solamente on line. Por mi parte, fue todo un desafío porque había que levantarse a las 5 de la mañana y tener reuniones desde esa hora hasta las 8. En todo caso, para mí fue un honor trabajar con Franka Cadée, Presidenta de la ICM, y colegas de distintas partes del mundo, porque una se da cuenta de las distintas visiones. Ahora, la actual Presidenta fue la que nos inculcó estos cambios en los liderazgos, porque nos hizo ver que mucho de lo que pasa en países de América Latina tiene que ver con el patriarcado, de cómo nosotras hemos copiado estos liderazgos masculinos y jerárquicos. No tenemos modelos de mujeres que lideren distinto, sino todas hemos visto esa forma muy patriarcal de has esto, has esto otro. No porque una hable más fuerte significa que vas a tener un mayor liderazgo. En el fondo para estos tiempos tan cambiantes, necesitamos tener un liderazgo más circular, participativo, que sea más compasivo, de escuchar a las personas.
-Tengo entendido que hubo también un cambio de Gobernanza de la ICM…
Efectivamente. Me tocó trabajar mucho con Franka en una serie de documentos que tienen que ver con la Gobernanza de la ICM, la cual cambió completamente de la que teníamos antes. Por ejemplo, se redujo el cambio de representantes regionales a 6 para hacer un trabajo más ejecutivo, que es on line, porque muchas veces la toma de decisiones deben ser muy rápidas donde solo tienes un tiempo para discutir y para luego votar. También pude hacer un trabajo sobre los documentos de evaluación que tiene relación sobre la evaluación entre pares, la autoevaluación, la evaluación entre 360 grados, cosa que me pareció súper importante de hacer para ver cómo mejoramos nuestro trabajo entre nosotras. Ahora, este rol de Vicepresidenta tampoco estaba muy definido, así que se transformó en coordinar el trabajo regional y su quehacer donde también generamos documentos planteándonos un cronograma de trabajo. Esos fueron los logros porque nos dimos cuenta que todo lo que tiene que ver con la Matronería a todas nos toca por igual en todo el mundo: defender nuestra profesión, la importancia que las mujeres tengan la mejor calidad en la atención y que existen muchos países que tienen otro formato de Matronería porque, a veces, cuesta entender que nosotros estamos en todo el ciclo de vida, y hay otros países que solo se enfocan en el parto.
-¿Qué es la International Confederation of Midwives, ICM?
La Confederación Internacional de Matronas es una organización que surgió hace 100 años en Bélgica cuando un grupo de matronas reconoce que es muy importante avanzar en el trabajo de la Matronería y de la Salud Sexual y Reproductiva de las mujeres y familias.
Originalmente, en aquella época la casa de la Matronería estaba ubicada en Inglaterra. El Colegio de Matronas Inglesas, fundó la actual ICM. Más tarde, estas profesionales de la salud se dan cuenta que es necesario expandirse hacia Europa, ya que la ICM, en esos momentos, es la depositaria de la disciplina. En la actualidad, la ICM es reconocida en el mundo por la OMS, las Naciones Unidas, Unicef, entre muchos otros organismos de resorte planetario, como la depositaria de la profesión de la Matronería.
Hoy la ICM posee mucha fuerza en todo lo que realiza, ya que están asociadas más de un millón de matronas y matrones en todo el mundo representados por sus propios colegios o asociaciones, y presentes en más de 140 países.
La ICM aspira a hacer posible un mundo en el que cada mujer en edad fértil tenga acceso a los cuidados de una matrona para ella y su hijo recién nacido. La misión de la ICM busca fortalecer a las asociaciones de matronas para que sigan adelante, fortalezcan la profesión, la regulación y educación como un elemento central, junto al nuevo marco profesional que incluye otros elementos como el liderazgo, la equidad, la filosofía de la profesión, el modelo de atención continua, la investigación, el entorno habilitante para ejercer la profesión, ampliando a nivel global el espectro de acción de estas profesionales y buscando el reconocimiento de su quehacer, junto a poner en el centro de la atención en salud a las mujeres.
Ahora la Matronería en América Latina, que ya tiene 200 años en Perú, después venimos nosotros, ha sido muy relevante. Lo que pasa es que ha sido muy poco reconocida por la barrera del idioma.
-¿Por qué sería importante que una chilena, latina, presidiera la ICM?
-Sería muy importante como matronas chilenas y de América Latina poder compartir la experiencia de estar en el Directorio Mundial, porque cuando una tiene la visión global se pueden implementar mejor las directrices estratégicas, agregar el conocimiento que hemos tenido en diversos países. Ahora, sabemos que en nuestra región hemos retrocedido como 20 años tras la pandemia. Si logramos tener ese espacio de la presidencia de la ICM, sin duda, sería un hito histórico porque nunca ha existido una latinoamericana en la presidencia. Somos dos colegas disputando la presidencia, en un proceso muy diferente, donde hubo varias colegas que postularon a ser presidenta, donde fuimos pasando distintas etapas: entrevistas, revisión de documentos, para que diera el visto bueno una comisión elegida como el Comité de Elecciones.
– ¿Si llega a la presidencia de la ICM ¿tendrá que implementar la nueva Gobernanza de la ICM, en qué consiste esa tarea?
-Sí, tendría que hacerlo, porque en esta nueva mirada habrá un directorio mucho más pequeño, con solo 6 colegas y un tesorero que no será matrón, porque nos dimos cuenta que hay que modernizarse, ya que la ICM es una organización grande y necesita recursos. Eso significa profesionalizar con las personas que trabajamos, porque si se acaba la Confederación quién va ir a las Naciones Unidas, a la OMS. Lo más importante es que la ICM siga siendo una organización independiente, siga generando sus propios recursos porque -hasta ahora- dependemos de los donantes para desarrollar nuestros proyectos. Por lo mismo, hoy la ICM creó una Fundación que está presente en Estados Unidos para mantenernos de manera independientes y no depender de la agenda de un determinado país. Implementar este nuevo modelo será un gran desafío para la ICM como el fortalecimiento de la Matronería, el cambio climático, las migraciones porque todo esto también tiene que ver con la salud de las mujeres y sus familias. La salud como un Derecho Humano necesario de cautelar, procurando que sea universal y de fácil acceso. Ese es el compromiso que queremos asumir en el marco de esta importante organización.