En la ciudad de Rancagua falleció ayer jueves 14 en la mañana la primera puérpera con Covid-19, una madre de 35 años que hace tan solo un mes había tenido a su guagua. Ella fue ingresada en estado grave el pasado 10 de mayo, ya diagnosticada con coronavirus, sufriendo entre otros síntomas una grave hemorragia, lo que le causó la muerte.

Esto causó preocupación y pesar en el gremio de la matronería, no solo en la Región de O’Higgins, sino que en todo el país, tal como lo señaló la presidenta del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Anita Román. “La verdad es que quedamos todos y todas muy afectadas con esta noticia, porque hace semanas venimos pidiendo instrucciones claras al MINSAL sobre qué hacer con mujeres gestantes, puérperas (periodo de post parto) y diadas (madre y recién nacido/a)”, explicó.

“Voy a ser dura con mi juicio, pero de verdad esto nos tiene muy mal: El Ministerio de Salud tiene a las mujeres abandonadas a su suerte. No es posible que llevemos más de dos meses exigiendo tener protocolos para atención en salud sexual y salud reproductiva en medio de esta pandemia y aun no tengamos nada, y no nos han dado ninguna respuesta”, comentó.

Al respecto, Román puntualizó que “estamos cansadas de dar estos gritos en el desierto, en vano. Hoy tenemos que lamentar el primer fallecimiento de una puérpera. No queremos que hayan nuevos decesos, para eso se requiere de una actitud más decidida de la autoridad sanitaria y atender esta demanda. Lamentablemente no lo hemos visto. Todos los días nos llaman o escriben mujeres atemorizadas, y tenemos que darles las certezas que hoy el MINSAL no ha tenido la voluntad política de proporcionar”.

En este sentido, la presidenta del Colegio recordó que las mujeres embarazadas son inmunodeprimidas per se; es decir, tienen sus defensas más bajas que una no gestante, y esa condición aumenta a medida que avanza el estado de gravidez y se mantiene durante el periodo de puerperio o post parto, por lo que es necesario una supervigilancia y cuidados extremos desde el último trimestre hasta algunas semanas posteriores al nacimiento del hijo o hija.

“Ya hemos tenido dos casos más o menos recientes de contagiadas después del alta, con síntomas similares, y afortunadamente se han recuperado, pero no sin dificultad. Esto es dramático, sobre todo porque las matronas y matrones están trabajando sin guías, sin equipos de protección personal (EPP) suficientes, sólo con compromiso, vocación y profesionalismo. Están en la primera línea sin que se les reconozca”, aseguró.

Por último, Anita Román recalcó que “es necesario y urgente testear a todas las mujeres gestantes y a las puérperas. Ellas necesitan atención de continuidad especial, son un grupo de riesgo que se debe considerara igual que a los adultos mayores y personas con enfermedades de base”.